#FreeBritney

julio 19, 2020



Puede gustarte o no su música, podés admirarla y considerarla tu ídola o simplemente odiarla. Incluso podés no saber de quién voy a hablar. Cualquier opción de las anteriores es válida y no tengo intenciones de cambiar tu opinión, pero este año nos encontramos con el detrás de escena y más que nunca, necesitamos apoyarla. Sin más introducción, les presento la historia detrás del hashtag #FreeBritney.

Considerada la princesa del pop y la voz de una generación, Britney Spears comenzó a trabajar a la corta edad de 4 años hasta llegar al Mickey Mouse Club, un show de Disney que poseía un formato similar al de programas como Saturday Night Live, y que catapultó al estrellato a numerosos íconos de la música pop y actores. Gracias a esto se dedicó por completo y de lleno a la carrera por la cual se le conoce actualmente, a pesar de los altibajos en esta. Como mencioné anteriormente, este año se conoció el detrás de escena de su vida, el secreto que mantuvo su familia por años y dejó en shock al mundo, y a Twitter.

Antes de entrar en detalles, hagamos una recapitulación: desde muy temprana edad tuvo poco o ningún control sobre su propia vida, lo cual es un tema abordado con frecuencia en sus canciones - "Gimme More", "Circus", "Lucky" o "Overprotrected", que señalan la soledad que sentía aun estando rodeada de personas todo el tiempo. Ya sea en videoclips, sesiones de foto o en el mismo escenario, Britney se muestra constantemente en jaulas, encadenada o aludiendo a una falta de libertad. Esto, muchas veces, fue idea de ella y el público lo tomó y aceptó como parte de una estética, sin tener intenciones de indagar el trasfondo de la misma.

 

Toda su vida fue tratada como un producto hecho para la comercialización, llegando al extremo de modificar su voz luego de haber sido comparada por varios productores con Christina Aguilera.

El 2007 fue marcado por un mar de polémicas que rodearon a Britney. El ataque a un paparazzi, su infame rapado de cabello que hasta se viralizó en memes o parodias, hasta incluso haberse desnudado en medio de una tienda. Todo eso seguido por la desastrosa noche en la que se encerró en el baño con sus dos hijos. Con una simple búsqueda en Youtube podés encontrar gran cantidad de vídeos donde es perseguida por decenas de paparazzi hasta el momento de su quiebre mental. Imaginen la presión que debía tener encima.

       

Luego de diversos accidentes, Britney fue hospitalizada y aquí es donde comienza la historia de hoy; Jamie Spears, su padre, fue a la justicia a pedir la tenencia temporal de su hija alegando incapacidad mental para hacer tareas simples, esto duraría hasta que ella estuviese mentalmente estable.

Dos meses después Britney reaparece en la serie "How i meet your mother" y tan solo cuatro meses luego, saca el hit "Womanizar", volviendo al ojo del público con el álbum "Circus".

 

Si se preguntan a qué quiero llegar con esto, piénsenlo en detalle: Britney fue considerada una persona sumamente inestable incluso para ejercer cualquier actividad diaria, debido a que eso significaría un peligro para su bienestar, y sin embargo, 6 meses después de salir del hospital vuelve a la vida pública como si nada hubiese pasado.

El tema es el siguiente, si no estaba en su mayor capacidad o facultades mentales para estar por si sola, ¿por qué la dejaron trabajar?

Al año siguiente su padre vuelve a la justicia pero para pedir la tenencia permanente sobre su hija, la cual sigue vigente hasta el día de hoy.

El mayor problema aquí es que Jamie Spears, al tener la tenencia permanente de su hija, una mujer adulta de casi 40 años, tiene demasiado poder sobre ella y sobre lo que hace. Y eso podemos verlo si descubrimos lo que conlleva la extensión de la tenencia, nombradas a continuación.

Su padre posee permiso legal para encerrar e internar en un hospital psiquiátrico a Britney en el caso de que ella haga cualquiera de las siguientes actividades sin su permiso o visto bueno: manejar un auto, casarse, votar, tener más hijos, gastar o manejar su propio dinero, tener información sobre cómo se gasta su dinero, salir de su casa, contratar su propio abogado, tener control sobre su carrera, hablar sobre la tenencia en público u entrevistas, prohibir entrevistas que no tengan un guión previamente aprobado por su padre, usar un teléfono que no sea monitoreado, usar redes sociales que no sean monitoreadas, mantener contacto con personas que no estén monitoreadas, ir de compras, salir a caminar, comprar en Starbucks, contratar o despedir personal de su equipo.

Este tipo de acción legal es común y es usada para personas con problemas mentales, que no puedan cuidarse a sí mismas. Pero desde que inicio el caso, hace 13 años, Britney realizó 3 giras mundiales, un show residente de cuatro años en Las Vegas, 4 álbumes, fue jueza por una temporada completa en el programa The X Factor, vendió perfumes y hasta lencería. Y esto es solo para que se den una idea. No se prestó atención a estos detalles y de la inmensa explotación que estaba llevando a cabo el señor Spears sobre su hija. Cabe destacar que Britney recibe una especie de pensión mínima por esto cuando su patrimonio e imagen valen miles de millones.

En enero del 2019, Britney fue hospitalizada en un centro de salud mental tan solo por manejar hasta la casa de su novio sin tener el permiso de su padre, y por negarse a tomar unos sedativos prescritos por un doctor contratado por el propio Jamie. Pero Britney no se quedó callada y se dirigió a la justicia para denunciar que está presa en contra de su voluntad. A raíz de esto nace el movimiento #FreeBritney o Liberen a Britney.

Actualmente, se está llevando a cabo una investigación sobre las consecuencias de la tenencia de Jamie sobre Britney, y es que el poder de las redes sociales no debe ser subestimado, pues siempre puede contribuir a cambiar una vida, especialmente si es para una persona que llegó a cambiar la vida de muchas otras, en este caso, con su música.

No podemos negar, de todas formas, que la fama desde tan joven causa estragos psicológicos en las personas que pueden sanar únicamente cuando salen de los focos. Para las disqueras, para el marketing y hasta para su propio padre, Britney Spears no fue más que un objeto al que explotar a cambio de dinero, siendo este un caso que se llevó al extremo, pues estamos hablando de que un padre controla completamente la vida de su hija de casi 40 años. Un trato indigno y que roza la esclavitud. Por eso hoy las redes sociales gritan por la liberación de Britney Spears.


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