5 escenas fantásticas del cine

julio 29, 2020

Muy buenas, mis queridísimos lectores cinéfilos. Hoy les traigo un post que fue psicológicamente difícil de hacer. Probablemente no lo sepan, pero para mi elegir cosas es una tarea sumamente compleja que me toma horas de preparación, análisis y comparaciones, para que muchas veces termine dejando que otra persona decida por mí. Pero me he tomado la tarea de armar esta lista por mi mismo y sin preguntar a nadie, cosa que tiene mucho mérito viniendo de alguien como yo. Tuve que dejar afuera escenas increíbles y que me encantan, incluso de películas que yo considero mis favoritas, así que no se sorprendan si en unas semanas se publica una segunda, o hasta una tercera parte. El orden de este top no es necesariamente de la peor a la mejor escena per se. Fue tratado de una manera algo más personal, no solo teniendo en cuenta la maestría técnica y narrativa, sino cuanto me impactó a mi al ver la escena por primera vez. Dicho todo esto, empezamos con esta lista, abriendo con esta maravillosa escena.

Y les advierto, se vienen muchos SPOILERS. 

5) Au revoir, Shoshanna – Inglourious Basterds


Quentin Tarantino es uno de los directores más famosos de los últimos años, y se ha ganado su renombre gracias a su estilo tan característico de hacer cine, con diálogos irreverentes, escenas sangrientas, y un muy buen manejo del suspenso. En esta película, combina su experiencia con la magnífica actuación de uno de mis actores favoritos; Christoph Waltz. Gracias a eso, Tarantino nos regala este momento que nos tiene al borde de nuestros asientos; una conversación que poco a poco se va intensificando hasta llegar a su propio clímax, y termina con esta icónica frase. La cereza del pastel.

 4) Persecución en plano secuencia – Children of Men 

Cuarón, en mi humilde opinión, es un maestro indiscutible cuando se trata de los movimientos de cámara. Para la gente que no lo sepa; un plano secuencia se realiza al grabar toda la escena sin cortes. Lo que presenta una enorme dificultad porque si alguien se equivoca, se debe empezar prácticamente desde el principio ¿Notaron que generalmente cuando vemos una película y alguien está conversando, la cámara pasa de un plano de la persona que está hablando, a un plano de la cara de la persona que responde? En una plano secuencia esto no se puede hacer, sino que la cámara debe moverse entre uno y otro sin cortar, o con cortes que no se noten a simple vista.

Si todavía no quedó claro, recomiendo encarecidamente que vean esta película, en donde hay más de un plano secuencia realizados de una manera brillante, siendo este en particular mi favorito. Acción sin pausa, sin cortes, y con una habilidad técnica que me pone los pelos de punta.

3) La escena del bautismo – El Padrino


¿Qué decir de esta película? Es uno de los filmes más icónicos de la historia; todo el mundo ha dicho  absolutamente todo lo que se podía decir de ella. Lo único que quedaba era tomar un trozo de las tres horas de largometraje, tarea que incluso si hubiese hecho al azar, habría elegido una escena memorable. Pero les prometo que no fue al azar.

Esta escena tiene para mi mucho significado narrativo. El inocente Michael pasa de ser aquel que quería escapar del negocio familiar, a volverse el imponente jefe de la mafia. No es como tal el momento en el que se corrompe, pero sí cuando nos congelamos de terror ante el poder y la frialdad con la que este hombre ordena un asesinato múltiple, mientras se lo ve imbatible en el bautizo de su sobrino, sabiendo que es ahora el hombre más poderoso la mafia estadounidense.

2) Concierto para el enemigo – The Pianist.


Bueno, bueno, bueno. Esta escena. LA escena, con el "la" mayúscula. The Pianist es un filme de Roman Polanski, cuyo tema central se basa en la biografía de Władysław Szpilman (sí, tuve que googlear como se escribía), un pianista polaco judío, que vivió la terrible experiencia de la Segunda Guerra Mundial. Es una pena para mi no ponerla en el número uno, pues combina los tres elementos que tuve en cuenta. No solo es técnica y narrativamente fantástica, sino que caló hasta mis huesos cuando la vi por primera vez.

En este momento, el personaje interpretado por Adrien Brody debe enseñarle a un soldado alemán sus habilidades como músico. Con su escondite encontrado y su vida pendiendo de un hilo, descarga en el piano toda su frustración y felicidad en una pieza que es por sí misma una obra maestra.

Lo que más me gusta de este momento, es que refleja un hecho hermoso; la música nos une a todos, sin importar las circunstancias; no hay que subestimar su poder. Y dios, esta escena tiene muchísimo poder. Verlo tocar con sus manos entumecidas por el frío, pero aun así ejecutando la canción con una pasión que te llena el alma. Me recuerda al sentimiento que me provoca la canción The Show Must Go On, de Queen. Freddie Mercury, consumido por su enfermedad, se entrega por completo a esta canción de una forma tan dramática y pasional que me pone cada pelo de punta y un nudo en la garganta. Lo mismo pasa con esta escena, por eso llega hasta el puesto número dos, y se gana un lugar muy especial en mi corazón.

1) La escena de los zapatos – The Shawshank Redemption.


Aquí está señores, la escena que le robó el puesto al precioso momento en The Pianist. Lo peor es que muchos argumentarán que ni siquiera es la mejor escena de esta película, pero es que The Shawshank Redemption es tan buena, y como tal tiene muchísimas escenas hermosas y tristes. Sin embargo, hay algo tan particular en esta secuencia, que la hace para mi muy especial.

Hay una suerte de humillación muy sutil en robarle descaradamente los zapatos al alcaide de la prisión. No es simplemente parte del plan de escape, sino también es ponerse a sí mismo en el lugar de poder. Después de haber visto su vida arruinarse por completo debido a la injusticia y corrupción de este hombre, Andy Dufresne toma las riendas de una situación que parecía, literal y figurativamente, no tener salida. Verlo llevar esos lustrosos zapatos (lustrosos fruto de su propio esfuerzo) provoca una enorme satisfacción. Ahora él es quien controlará su propio destino, y nadie más. Es el primer escape de nuestro protagonista, y es hermoso. Además, plantea una cuestión muy interesante y hasta diría que de doble sentido; ¿con qué frecuencia miras los zapatos de alguien?

Y bueno chicos, eso fue todo. Evité las menciones honoríficas porque, como dije, quiero hacer una segunda parte en el futuro, y si empiezo a hacer menciones honoríficas no me detendré nunca y en vez de ser un top 5, se volverá un top 20. Espero que hayan disfrutado, y que hayamos concordado en alguna escena.

Siéntanse libres de dejar SU escena favorita en los comentarios, y quizás aparezca en un futuro top. Gracias por leer y ¡nos vemos el domingo!


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